Aquí tenemos un claro ejemplo de como ha podido influir el legado de bandas de noise pop como The Jesus And Mary Chain en la música que escuchamos en la actualidad.
The Big Pink es un dúo que factura un sonido cercano al pop electrónico, pero con guitarras llenas de distorsión que recuerdan de alguna manera al Psychocandy o al Darklands, aveces incluso consiguen resultados verdaderamente épicos como en "Dominos", una de las mejores canciones del disco y single, lleno de energia y con un estribillo muy bueno.
Hay muchos sampleos y efectos electrónicos por todos los recovecos del disco, aunque la bateria suena bastante real, lo cual acerca al grupo más al rock que a la electrónica.
Tambien hay tiempo para algunos temas lentos, baladas bellísimas como es el caso de "Love In Vain" donde Robbie Furze canta arrastrando las sílabas en medio de la desgana y la desorientación, conscientemente de ello, por supuesto.
Hay alguna que otra canción de relleno como el caso de la vulgar e intrascendente "Frisk", quizás, quitando un par de canciones que realmente no aportan demasiado al resultado final, este disco hubiera quedado mucho más redondo.
Pero vaya, es de agradecer encontrarse con temas de la calidad y energía de "Tonight", "Velvet" o la inicial y acertadisima "Crystal Visions", con un desarrollo espectacular.
No son una banda The Big Pink, que tenga la idea de simplificar su sonido, todo lo contrario, en muchos casos y especialmente en los temas más rápidos, sus composiciones alcanzan un grado de barroquismo bastante exagerado, pero el echo de que su música esté algo saturada no quita que sea realmente hipnótica y excitante, y es que su arma secreta, es el ruido, mucho ruido.
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